Julio Miranda

Julio Miranda
23 de julio 2010

jueves, 8 de julio de 2010

Los vestuarios del Barquito

Desde el año 2007 he hecho los vestuarios para el espectáculo del Restaurante Nou Vaixell (El Barquito) en Casteldefels. http://www.nouvaixell.com

Teniendo el agradable privilegio de trabajar para y con Juan Reina, Juanjo y Jose.

Aqui las fotografias de los eespectáculos. Los tocados fueron elaborados  por Juan Reina que también es un artista de la casa.

lunes, 21 de junio de 2010

 En la foto  aparezco yo interptretando a Antonio, El Mercader de Venecia, en una producción propia apoyada por el Instituto Guatemalteco Americano. Estrenada  en Agosto de 2001.

Confeccioné el vestuario de la obra en su totalidad, no sin la valiosa ayuda de Ana Virginia Cáceres, Guillermo Cordero, Brenda Lara, Tuti Furlán y Pablo Iriarte.
Hoy quiero comentar acerca de las camisas. La camisa de la fotografía es la típica camisa renacentista, en este caso decidí decorar el cuello y los puños con leghuguillas. 
Confeccionada en lino color crudo (blanco roto), únicamente cerrada con cintas y en mi afán historicista decidí no acomodarla al uso teatral, quería conservar el movimiento natural de la tela, tanto bajo el jubón (doublet) como sin el.
Es muy fácil de confeccionar y muy divertido, todo es seguir las instrucciones de las páginas abajo detalladas.

 Este sito ofrece una gran variedad de información, historia, fotografías, patrones y consejos sobre como confeccionar vestuario isabelino. La correspondencia española a parte del siglo de oro. Lamentablemente he encontrado muy pocos sitios dedicados a la exploración del vestuario de los siglos XVI y XVII en castellano.
 En esta página he encontrado la explicación mas sencilla y mas clara sobre la construcción de camisas isabelinas.Asi que para comprenderlo totalmente, nada como saber inglés, no aconsejo los traductores si se está haciendo un trabajo en profundidad, en cualquier caso aqui esta el vínculo de esta página

http://www.elizabethancostume.net/


Making an Elizabethan Shirt by Tammie Dupuis    http://www.renaissancetailor.com/demos_shirt.htm

Un elemento muy valioso para la investigación de vestuarios de época en la red de redes es el sitio The Costumer's Manifesto   http://www.costumes.org/  de  Tara Maginnis, Ph.D.     


He pasado años investigando sus vínculos y posee una gran variedad de material: instructivos, tutoriales, videos , fotos y artículos de practicamente todo lo que los seres humanos se han puesto, en cada rincón del planeta y durante mas o menos 25 siglos. La señora Magginis ha sido sin saberlo una gran maestra para mi.


jueves, 3 de junio de 2010

La época teatral

Hace muchos años me dediqué a hacer teatro, era lo que respiraba, el material de mis sueños y mi cotidiano. Comencé en 1983, tenía 17 años. En la Escuela Nacional de Arte Dramático de la ciudad de Guatemala estudié el Bachillerato en Arte especializado en Teatro, guiado por magníficos maestros, cada uno experto apasionado en su materia. Aprendí que la aproximación al arte requiere entereza y disciplina. Investigación constante y curiosidad sin límites. Aprendí que el arte es la expresión intuitiva del sentimiento, que cuando se expresan emociones a través de imágenes que a su vez logran despertar emociones en otras personas , se logra hacer no solo una comunicafion humana efectiva, se logra hacer arte.
No creo que un vestido o una prenda por muy innovadores o perfectamente bien confeccionados que estén logren transmitir emociones por si mismos ( a menos que sea Carrie Bradshaw llorando al ver un par de exquisitos Manolos). Por lo tanto no considero que la confeccion de vestuario o la costura ( lo que hago) sea un arte en toda regla. En todo caso sería algo asi como un arte menor. Una artesanía. El diseño y la confeccion de vestuario escénico no reside en una sola destreza. Se requiere mucho tiempo, muchos ensayos y errores, esfuerzos constantes, investigación, disciplina y creatividad para lograr su dominio. Lo gratificante y a la vez desconcertante es que siempre se continúa aprendiendo.

Xavier Pacheco fué mi maestro tanto de vestuario teatral como de maquillaje. Mi aprendizaje con él no solo se limito al ámbito del aula. También me abrió las puertas de su casa y su taller al estilo de la vieja usunza artesanal. Sigo creyendo que la mejor manera de aprender una artesanía es ingresar como aprendiz en el taller de un maestro; observarlo, aprender cada uno de sus movimientos, sus técnicas y sus ideas. Xavier fue mi mentor en muchos aspectos, generoso con el conocimiento, jamás me ocultó un truco o una fuente. Implacable en la crítica (no recuerdo ningún elogio), exigente y meticuloso. Con una manera muy suya de interpterpretar la vida, el treatro y la costura.
Al no tener  a mi alcance una educacíon superior especializada , opté por investigar todo lo posible  del teatro, del diseño escénico y de la costura, y en ese camino continúo; cada dia investigo, escudriño y exploro esta maravillosa y enorme biblioteca pública del siglo XXI. Gracias a internet he encontrado información muy valiosa y específica, formación constante y me ha permitido visualizar los trabajos y pensamientos de otras personas que se dedican a lo mismo. Paradojas de la vida actual. Aislados físicamente, mas cercanos en ideas.


De la época teatral recuerdo con afecto cada personaje, cada montaje y especialmente la pirmera puesta en esscena que dirigí. Cayó en mis manos (gracias a Ricardo Recinos) un libro con varias piezas teatrales de Dacia Maraini, una traduccion al ingles norteamericano del italiano original.  Me era imposible conseguir una traducción al castellano, así que me atreví a traducir al español una obra que me conmocionó: MARIA ESTUARDO . Durante meses, en mis horas libres iba traduciendo y transcribiendo a mano. Apasionante introducción al mundo de Maraini, al feminismo mas visceral. Una revision de la sociedades patriarcales y sus daños colaterales.  Cuando logré terminar con la traducción ( que según los mas rancios académicos no tiene ningún mérito por haber sido traducida de una traducción del original) , se la enseñé a Patricia Orantes quien se entusiasmó y de inmediato pensó en Cony De Fleck para el rol de Isabel. Fuimos a buscarla, le dimos el libreto y se contagió con nuestro entusiasmo. Había que buscar un director . Ambas me aconsejaron que lo fuese yo. Comenzamos a ensayar, sin fecha de estreno; ensayar y trabajar por el mero placer de crear con pasión. Sin ánimos de lucro, ars gratia artis . Tuvimos muchísima suerte porque conseguimos todo aquello que fuimos necesitando, la sala de ensayos en el Teatro Nacional, poco a poco fui construyendo el vestuario, cosa muy compleja puesto que eran cinco personajes interpretados por dos actrices. Se llegaron a usar 17 vestidos. Cometí el grave error de dotar a la puesta en escena con un vestuario aparatoso, un tanto prertencioso, debo admitir, al acercarse en demasía a la reconstrucción histórica que tanto se desaconseja en los cursos mas modernos de vestuario teatral.
Al buscar colaboraciones todo encajó perfectamente, Paulo Alvarado aportó la interpretación sonora; todo un privilegio trabajar con un hombre tan amante de la música, tan sencillo, de fácil comunicación y con tanto talento creativo. También se nos unieron Josué Sotomayor, aportando su experiencia, destreza, su generosidad, sus conocimientos y su energía; Adrián Lorenzana que en ese entonces era Director Cultural de IGA fue una suerte de ángel guardián. Mercedes Fuentes con su agilidad y eficiencia. Ivan Martínez participando desde dentro con los complicadisimos cambios de traje, logró el record de cambiar un personaje en 50 segundos, algo angustiante si se considera un cambio de reina prisionera a dama de compañía con vestidos isabelinos. Sea como fuese aquello fue una magnífica experiencia. Logramos llevar nuestra obra a escena y ser invitados a dos festivales internacionales, varias nominaciones a los premios Muni a la Excelencia Teatral. Solo Patricia ganó el premio a mejor actriz.

Tuvimos mas suerte. Formamos Rayuela Teatro Independiente, bautizado así por Mercedes Fuentes que gestionó diligentemente el financiamiento de Hivos y pudimos hacer mas montajes, algunos dirigidos por mi persona. EL MIEDO SE DURMIÓ de Fernando Thiel codirigido con mi gran amiga Tita Mendoza y coreografiado por otra gran amiga, Cinzia DiChiara. BUENAS NOCHES MAMÁ de Marsha Norman Protagonizado por María Teresa Martïnez y Bitty Herrera.

SUEÑO DE UNA NOCHE DE VERANO  de William Shakespeare, en una traducción muy libre, cuasi irreverente, nada académica y muy díscola. Una vez mas mis errores recurrentes: adaptar, dirigir, actuar y diseñar una puesta en escena. Confeccioné el vestuario y parte de la escenografía. Me encantaba involucrarme en todos y cada uno de los aspectos del montaje.


La música la creó Armando Pineda. Siempre me emociona cuando recuerdo las canciones. El resultado final fue muy divertido pero no óptimo, como era de esperarse cuando se trata de cubrir tantos frentes. Lo disfrutamos todos que era lo mas improtante, nosotros como creadores y el público.


Despues vinieron mas obras, Tartufo, dirigido por Mercedes Fuentes. Con un ampuloso vestuario.
Mi aventura casi en solitario, EL MERCADER DE VENECIA,


en la que repetí una vez mas una serie de abordajes perniciosos.



Adapé la obra conla yuda de Alfredo Porras Smith y Oscar Clavería, la dirigí, la protagonicé y diseñé y confeccioné el vestuario.


Le resultado fue una puesta en escena con ritmos accidentados, vestuarios fastuosos y complejos de aparente historicismo: todo un drenaje de enrgía y recursos.


De todo se aprende. Y solo el tiempo puede proporcionar la perspectiva adecuada. Ahora puedo estudiar mi trabajo, mis aciertos y mis errores con el beneficiio que aportan la distancia física, temporal y emocional.
Durante esos años trabajé confeccionando el vestuario de varias puestas en escena.


Tarfufo, produccion de Rayuela Teatro Independiente, dirifida por Mercedes Fuentes. Vestuario Julio Miranda y María Mercedes Arce.

 Una de las puestas en escena que han sido de mis favoritas fue 3AM. (Tres altas mujeres de Edward Albee) Dirigido por Joam Solo. Protagonizada por Maria Teresa Martínez, Patricia Orantes y Tuti Furlán.. El vestuario y el maquillaje de Julio Miranda.


Vestuarios para la Escuela Nacional de Danza, para el Ballet de el Instituto Guatemalteco de Turismo, para los premios Clio con el privilegio añadido de conocer a Tuti Matta y a Dina Toledo. Confeccioné vestuarios para cantantes de ópera, bailarinas, anuncios de televisión, campañas publicitarias, hice vestidos de novia... muchas experiencias.


La última obra que dirigí y vesti fue LA TEMPESTAD de Shakespeare, mi Waterloo personal. Con ese montaje me di cuenta de mis incapacidades y limitaciones, mi alocada carrera a ninguna parte. Con eso terminó mi camino como director teatral.
En noviembre de 2004 vine a España a un cursillo de El Centro de Tecnología del Espectáculo en Madrid impartido por Eva Sanmiguel , al terminar el curso vine a Barcelona a visitar a mis amigos... y me quedé a vivir. La corta visita se alargó y ahora ya son cinco años. En este período comprendí que quedarme en Barcelona era cometer un suicidio artístico. Despojado de mi entorno, de la "carrera" y de la vasta red social podría comenzar a entender quien soy. Al dia de hoy sigo revisándome sin dejar de trabajar. Lo sigo haciendo en campos relacionados al escenario, mas cercanos al entretenimiento que al teatro puro y duro. Aprendiendo cada día un poquito mas. He dejado atrás muchas cosas, muchas conexiones, toda una vida y un sistema y aún después de haber renunciado voluntariamente a lo que mas amaba que era hacer teatro, sigo teniendo la misma curiosidad infantil del principio, sigo sintiendo el mismo gozo al experimentar con las telas, las texturas, los colores, el corte y la costura.